- Si péndole, péndole no cayera, dórmili, dórmili no muriera.
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Suele decirse por donaire para celebrar el desenlace feliz de algo que se ofrecía aciago. Así lo explica el maestro Correas: «Estaba uno durmiendo debajo de un peral e íbale a picar una víbora; cayó al instante una pera y le despertó y evitó el daño de la víbora.».
Diccionario de dichos y refranes. 2000.